Forzando

Muchos de los mejores trucos de cartas se basan en que el grupo seleccione una o más cartas específicas, que, tras ser repuestas en la baraja y barajadas, se reproducen de diversas maneras en alguna etapa del proceso. Obligar al grupo a seleccionar dichas cartas, sin sospechar en absoluto que la elección esté influida de alguna manera, se llama "forzar". Probablemente se utiliza con mayor frecuencia que cualquier otro recurso, salvo el cambio.

El método habitual de "Forzar" consiste en llevar la carta al centro del ciervo mediante un desplazamiento y mantenerla insertando el meñique en ese punto. El mago, avanzando las manos hacia el espectador, abre la baraja ligeramente en abanico, colocando las cartas con el pulgar izquierdo, una debajo de la otra, en la palma derecha; los dedos derechos ayudan en la operación; aparentemente para que el espectador pueda tomar la carta que desee. Al indicar que va a seleccionar una, el movimiento de pase, que para entonces ya ha alcanzado la carta localizada, se detiene y esta queda expuesta un poco más que las demás. Una persona desprevenida elegirá naturalmente la más fácil de tomar. En cualquier caso, no puede tomar otra, ya que los dedos pulgares del mago sujetan firmemente el equilibrio de las cartas. Si los dedos del espectador tocan otra carta que no sea la carta en cuestión, el mago retira la baraja con descuido y la cierra como si pensara que se ha tomado una carta; luego, con una excusa, la vuelve a abrir. Pero un poco de práctica en la forzadura permite a un artista astuto colocar casi la carta en la mano del espectador sin la menor intención. La acción debe ser fácil, pero bastante rápida, y si el primer espectador al que se acerca muestra una disposición a ser demasiado selectivo, debe ser rebasado inmediatamente y el siguiente puede mostrar mayor presteza. Pero si el primero se equivoca de carta, no hay problema. El artista pasa a un espectador más servicial y fuerza la carta, completando el truco con contemplación. Luego, la primera carta extraída se devuelve a la baraja y se usa en algún truco que no requiera conocimiento previo. Si se observan dos o tres cartas y se ubican juntas, la forzadura se simplifica, ya que se permite una mayor libertad en la selección y, por supuesto, el orden de las cartas permite al artista determinar la carta en cuestión al ser elegida.