La palma inferior puede mantenerse durante el reparto sin inconvenientes. Esta artimaña se adopta por varias razones. Puede ser para evitar el riesgo de volver a colocar la palma inmediatamente después del corte, ya que surge una oportunidad más favorable justo después del reparto, cuando se coloca el resto de la baraja sobre la mesa. Esto sería útil en juegos como el póker o el casino. Las cartas inferiores pueden obtenerse en el segundo reparto. A veces, la palma se coloca después del corte y se mantiene durante todo el reparto para evitar tener demasiadas cartas. Las cartas del crupier se colocan sobre las cartas empalmadas, se despellejan, las cartas descartadas se vuelven a empalmar en una u otra mano, y se vuelven a colocar cuando se vuelve a tomar la baraja. Si la palma inferior se coloca antes del corte y se mantiene durante todo el reparto, se obtienen demasiadas cartas y se evita la necesidad de repartir las cartas inferiores, pero es un sustituto muy deficiente. Esto se explica con más detalle en el apartado "Despellejando la mano".

Las cartas se empalman en la mano izquierda y la baraja se coloca transversalmente. El reparto comienza de inmediato. Los cuatro dedos de la mano izquierda se mantienen juntos, con las puntas firmemente apoyadas contra el borde de la baraja, ocultando eficazmente las cartas empalmadas. (Véase la Fig. 47). Realizar esto a la perfección es prácticamente nulo, y el reparto puede llevarse a cabo sin necesidad de una señal que indique la maniobra. Las cartas empalmadas se doblarán debido a su posición y al calor de la mano. El doblado debe retirarse al cuadrar.