Un corte muy preciso se realiza de la siguiente manera. Sujete la baraja por los lados, cerca del extremo, de modo que quede expuesta, entre el pulgar y las yemas de los dedos índice y anular de la mano derecha, con los dedos juntos, pero la yema del anular solo hasta la mitad. Enganche la parte superior con la yema del anular de modo que la esquina quede libre del anular, dividiendo así la baraja en dos. (Véase la Fig. 16). A continuación, mueva la mano ligeramente hacia abajo y hacia adentro, soltando la parte superior con el anular, dejándola caer sobre la mesa. A continuación, deje caer la parte inferior de la parte superior. Al sujetar la baraja, si se desliza hasta el borde de la mesa y se inclina ligeramente, el pulgar y los dedos la sujetan con mucha más facilidad y se aseguran de levantar todas las cartas.

Al realizar este corte, la baraja se mantiene a pocos centímetros de la mesa, y la acción debe ser precisa para que las cartas caigan planas. El corte de carrera se puede realizar de la misma manera, dejando caer los paquetes uno sobre otro. La acción es la misma cuando se corta agarrando los extremos, pero es un poco más difícil. No se debe apresurar. Los movimientos deben ser deliberados, para que la precisión del corte sea evidente. La única ventaja del corte es su belleza, y a veces puede ser una ayuda, ya que da una excusa para cuadrar con ambas manos. El corte de carrera puede dejar las cartas desiguales, y una mano extendida con la palma izquierda puede reemplazarse de esta manera. El único inconveniente es el peligro de hacer alarde de una habilidad tan simple.