Cartas – 1942 a 1945 #6

Capitán TG Leske

71.º Regimiento de Infantería
APO44
Fort Lewis, Washington. 

24/11/42 (con matasellos de Tacoma, Washington)

 

Señorita Jane Axtell

538 S. Normandía

Los Ángeles, California

Apartamento #4

 

¡Hola Jane!

 

Si esto no te sorprende, me doy por vencido. Ya ha pasado poco más de una semana desde que escribiste y la respuesta está en camino.

 

Es evidente que tu trabajo y tu vida actual son muy relajantes. Tus cartas son mucho más coherentes; citando tu última carta: «Pero tu carta me impidió enviar la nota adjunta, que he decidido no enviar». Ya es bastante malo leer algo así y sentir la curiosidad desbordante sin marearse por la (¿incertidumbre?).

 

¿Acaso lo anterior me suena familiar en los viejos tiempos?

 

Están tocando Taps y seguro que suena hermoso, pero muy solitario.

 

"Taps" me recuerda: después de ver esa foto, siento que es justo advertirte que la próxima vez que te vea seguramente daré el llamado del lobo, así que prepárate para defenderte o relajarte y si no es esto último, probablemente terminaré hecho un manojo de nervios.

 

Soy muy atrevido, ¿no? La verdad es que probablemente tendré tanto miedo de ti cuando te vea que te llevaré a casa antes de que vuelva.

 

Te agradezco mucho que me hayas adjuntado la foto. Es muy solitario, pero sin duda ha arruinado mi suministro de vitamina B-1.

 

El próximo lunes vuelvo a Oregón, pero no creo que deba quedarme estacionado en un solo lugar esta vez. Hay un par de camiones con casitas construidas sobre ellos que sirven a las tropas como clínicas dentales itinerantes en Oregón, y estoy seguro de que una de ellas es la mía.

 

Llueve, llueve, llueve. (ilegible), es (ilegible) y si alguna vez salgo de este país voy a luchar por un proyecto de ley que lo devuelva a los indios con disculpas.

 

Llevo dos semanas en Fort Lewis y la verdad es que me está poniendo de los nervios. Me he acostumbrado tanto a ir de un lado a otro que quedarme sentado en un sitio me pone nervioso. Para colmo, tengo que trabajar en una clínica mientras estoy en un puesto, y juro que es peor que una fábrica de yute. Además de sentirme confinado, estoy trabajando demasiado, y hablo en serio. Las ojeras se me han vuelto (ilegibles). Tengo menos pelo que nunca y las piernas me pesan.

 

Eslogan – "¿Qué se está cocinando?" – "Tocino – ¿quieres (ilegible)?"

 

¿Has oído hablar del hombre nervioso que, durante un ataque aéreo en Londres, se asustó muchísimo por su mujer?

 

Escribirte me hace recordar la emoción que sentí hace un tiempo cuando por alguna razón tú, en momentos de debilidad, escribiste tres cartas en muy rápida sucesión.

 

Es malo pensar en cosas así porque tiende a hacerte sentir solo y a empezar a compadecerte de ti mismo, pero quizás es escribirte lo que lo provoca.

 

Pome [sic]

Este corderito fue al mercado

Este corderito se quedó en casa –

lana virgen

 

Si la longitud de esta carta no te hace desmayar, ciertamente descifrarla te mareará.

 

Gracias de nuevo por la foto y, si la suerte me lo permite, me encantaría verte pronto, ya que corren muchísimos rumores sobre viajes al extranjero. Si no hay tiempo, puede que vuelva al Este relativamente pronto si todo sale bien.

 

Escribe, ¿eh?

 

Recordar

Ted

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *