Coches
El otro día pensaba en los coches que he tenido y pensé en plasmar esas ideas dispersas. Mi primer coche (1969): un Chevy de 1957. Claro que quería un coche de dos puertas, genial. Pero a los dieciséis años conseguí uno de cuatro puertas. Era azul marino y prácticamente un tanque. Pero sí me llevó (con la tarjeta de crédito de 76 de mi madre y cinco dólares en efectivo) de Portland, Oregón, a Laguna Beach, California, después de una pelea con una amiga. ¡Qué maravillosa adolescencia!
Segundo coche (1975): MGB-GT de 1967. Lleno de óxido, con una parte trasera en mal estado que tuve que cambiar. Mi amigo tenía un pequeño y estupendo MGB roadster y después de conducirlo me moría de ganas de un MG. Por desgracia, este no era el indicado. Lucas, el príncipe de las tinieblas, etc. Lo vendí y conseguí... Tercer coche (1978): Volkswagen Sirrocco de 1978. Vaya... era un pequeño y estupendo coche. El único coche nuevo que he comprado. Casi indestructible y rápido. Al final tuve que saltarme un semáforo en rojo y que me embistieran para deshacerme de él. Era tan divertido de conducir como el MG, sin los dolores de cabeza. Tercer coche y medio (1985): MGA Roadster de 1957. Un deportivo británico clásico. Tan clásico que cuando lo compré no tenía frenos. Conseguí que funcionara un par de años y acabó aparcado en mi garaje. Cuarto coche: Honda Prelude SI de 1988. El coche con el mejor manejo de la historia. Tenía un sistema único de dirección en las cuatro ruedas que lo hacía sentir como si estuviera girando en el lugar al girar a baja velocidad. Lamento haberlo vendido. Debería haberlo restaurado. Quinto auto: Acura Integra 1997. Aburrido... no es un mal auto. Se maneja bien, requiere poco mantenimiento. Obviamente, me estoy haciendo viejo. Quinto auto y medio (2001): Hice reconstruir el MGA 57. Motor, frenos, suspensión, etc. Luego choqué por detrás a un Suburu Outback. Así que volví al taller por un año de trabajo de carrocería. Ahora es bastante dulce. Sexto auto (2006): Austin Healey Roadster 1960. Totalmente restaurado y dulce. Acabo de regresar de una carrera en el campo en él. Séptimo auto (2015?): Mitsubishi Eclipse 2011. Me gusta más que el Integra, pero tiene algunos puntos ciegos.