He tenido tres figuras paternas en mi vida: mi papá, la pareja de mi hermana y un padre sustituto. Todos tienen algo en común. Crecieron durante la Gran Depresión y sirvieron en la Segunda Guerra Mundial. Dos de ellos en el frente del Pacífico y uno en el frente italiano.
Todos ellos también mostraban características similares: fugacidad y autosuficiencia. No se sentían con derecho a nada. Lo que tenían se lo habían ganado. Creo que esta es la gran diferencia entre la "Gran Generación" y la actualidad. Hoy la gente cree tener derecho a atención médica, vivienda y educación gratuitas. Hoy sienten que alguien más es responsable de su situación. Son los últimos responsables, si es que lo son.
Creo que Jefferson tenía razón. Tenemos derecho a buscar la felicidad. La felicidad no es un derecho. Tenemos derecho a encontrar un trabajo, trabajar duro para pagar una educación, usar nuestros ingresos y comprar una casa que podamos costear. Pero en definitiva, nuestra condición es, y debería ser, nuestra responsabilidad. La ayuda gubernamental debería aplicarse de forma que nos ayude, si es necesario, en nuestra búsqueda, en lugar de intentar garantizar el objetivo de nuestra búsqueda.
Ni mi madre ni mi padre se graduaron de la universidad. Yo fui el primero. Trabajé, tuve cupones de alimentos por un tiempo, recibí ayuda de mi madre. Fui a una universidad pública, una de las más económicas. Me gradué y me puse a trabajar. Ahorré dinero. Cuando me despidieron, había ahorrado lo suficiente para hacer un posgrado y obtener un MBA. Era mi responsabilidad, no la tuya ni la del gobierno.
Creo que si más personas asumieran la responsabilidad personal de su vida, podríamos volver a hablar de una "gran generación". Mientras creamos que tenemos derecho, no creo que podamos.